La miopía en los niños va en aumento, y no es solo cosa de gafas. Controlarla a tiempo ayuda a evitar que empeore con los años. Pero ¿sabías que tú, como madre o padre, juegas un papel clave en este proceso?
El control empieza en casa
El tratamiento de la miopía no es inmediato: requiere tiempo, seguimiento y buenos hábitos. Aquí es donde los padres tienen un rol fundamental. Con tu apoyo constante y una actitud positiva, puedes ayudar a que tu hijo se implique más y entienda que cuidar su vista es importante.
Hábitos que realmente marcan la diferencia
Pequeños gestos diarios pueden tener un gran impacto en la salud visual de tu hijo:
- Al menos 2 horas al día al aire libre. La luz natural ayuda a frenar el avance de la miopía.
- Aplicar la regla 20-20-20. Cada 20 minutos de pantalla o lectura, mirar algo a 20 pies (unos 6 metros) durante 20 segundos.
- Mantener una buena distancia al leer o usar el móvil. Idealmente, entre 30 y 40 cm.
- Reducir el tiempo frente a pantallas, especialmente en momentos sin supervisión.
Acompañar y estar atentos
Llevar a tu hijo a las revisiones y estar pendiente de cómo se siente con su visión es igual de importante que cualquier tratamiento. Puedes ayudar si:
- Apuntas cambios o síntomas como dolor de cabeza, ojos cansados o visión borrosa.
- Le animas a decir si nota algo raro en su visión.
- Preguntas en las consultas cómo está evolucionando su miopía y si es necesario ajustar el tratamiento.
Que el niño también se implique
No se trata solo de “ponerse las gafas”. Cuando el niño entiende por qué cuida sus ojos y participa en ese cuidado, se vuelve parte activa del proceso. Deja que elija sus monturas, que prepare su estuche y que asuma pequeñas rutinas como parte de su día a día.
Padres informados, hijos mejor protegidos
El control de la miopía infantil es un trabajo en equipo. Cuanto más informado estés como madre o padre, mejor podrás acompañar a tu hijo en este camino. Recuerda: no estás solo, y no tienes que saberlo todo.
¿Tu hijo ha sido diagnosticado con miopía? Solicita una cita de asesoramiento . Te ayudaremos a entender el tratamiento y a crear un entorno en casa que lo favorezca. ¡Tu implicación puede marcar la diferencia!