• A veces No Solo Es Cuestión de Gafas

      09 de Octubre de 2024

    El rendimiento académico está estrechamente relacionado con la visión, ya que una buena parte del aprendizaje se realiza a través de la lectura, la escritura y la observación. Sin embargo, no todos los problemas visuales se corrigen simplemente con gafas. Mientras que estas ayudan a mejorar la agudeza visual, algunos niños enfrentan dificultades para procesar la información visual de manera adecuada, lo que puede afectar su desempeño escolar. Aquí es donde entra en juego la terapia visual, un tratamiento que va más allá de corregir la vista y busca mejorar la forma en que el cerebro y los ojos trabajan juntos.

    ¿Qué es la terapia visual?

    La terapia visual es un conjunto de ejercicios personalizados que entrenan los ojos y el cerebro para trabajar de manera coordinada y eficiente. A diferencia de las gafas, que corrigen defectos refractivos como la miopía o la hipermetropía, la terapia visual aborda problemas funcionales, como ambliopía (ojo vago), estrabismos, problemas o dificultades en el aprendizaje, exceso de trabajo en visión próxima, problemas oculomotores, problemas binoculares, problemas acomodativos, baja capacidad de discriminar detalles o distinguir figuras de fondo, mala interpretación de los estímulos recibidos a través de los ojos, escasa memoria visual.

    Este enfoque ayuda a mejorar la forma en que el niño procesa la información visual, permitiendo una lectura más fluida y un mejor rendimiento académico.

    Signos de que tu hijo puede necesitar terapia visual:

    Algunos de los signos que podrían indicar que un niño necesita terapia visual suelen ser pasados por alto, ya que muchas veces no se relacionan directamente con la visión. Los padres y profesores deben estar atentos a señales como:

    • Problemas para mantener el enfoque al leer o escribir.
    • Confusión al seguir una línea de texto.
    • Dificultad para mantener la atención en clase durante periodos prolongados.
    • Quejas frecuentes de fatiga ocular, dolores de cabeza o visión borrosa.
    • Desinterés por la lectura o el trabajo académico. Estos problemas pueden estar relacionados con una dificultad para procesar la información visual, y la terapia visual podría ser la solución.

    La importancia de una buena visión en el aprendizaje:

    Aproximadamente el 80% del aprendizaje en los primeros años de vida está vinculado a la visión. La lectura, la escritura y otras actividades escolares dependen en gran medida de una visión funcional adecuada. Si un niño tiene problemas para enfocar, coordinar sus ojos o procesar lo que ve, esto puede traducirse en dificultades en el aula, afectando su capacidad de aprender a leer, su comprensión lectora, y su capacidad de realizar tareas visuales como copiar de la pizarra o seguir instrucciones visuales.

    ¿Cómo puede ayudar la terapia visual a mejorar el rendimiento escolar?

    La terapia visual tiene el potencial de transformar la experiencia escolar de un niño. A través de ejercicios especializados, el niño puede desarrollar habilidades visuales clave como:

    • Mejora de la lectura y la comprensión lectora.
    • Desarrollo de una mejor capacidad de seguimiento ocular.
    • Incremento de la atención y la concentración en tareas académicas.
    • Fortalecimiento de la coordinación ojo-mano, crucial para actividades como escribir o practicar deportes. Este tipo de entrenamiento no solo enseña a los niños a ver mejor, sino a interpretar y responder de manera más efectiva a lo que ven, lo que les permite enfrentar los desafíos escolares con más confianza.

     Testimonios o casos de éxito:

    Existen numerosos testimonios de niños que han experimentado mejoras significativas en su rendimiento académico gracias a la terapia visual. Por ejemplo, María, de 8 años, tenía dificultades para leer y a menudo se sentía frustrada en clase. Tras varios meses de terapia visual, no solo mejoró su capacidad para seguir el texto sin perderse, sino que también su comprensión lectora y su confianza en el aula aumentaron considerablemente. Casos como el de María son comunes y muestran cómo la terapia visual puede ser una solución efectiva para muchos niños que enfrentan desafíos en el aprendizaje.

    La visión juega un papel crucial en el aprendizaje, y no siempre es suficiente con usar gafas para corregir problemas visuales. Si tu hijo está teniendo dificultades en el colegio, es fundamental evaluar su visión funcional, ya que un problema en esta área podría estar afectando su rendimiento. La terapia visual podría ser la clave para que tu hijo no solo vea mejor, sino que también aprenda mejor.

    ¡No dudes en realizar una evaluación visual para conocer si la terapia visual puede ser beneficiosa para él!